Faryd Mondragón tuvo dos pasos por Independiente: primero entre 1995 y 1998, y luego del 1999 al 2000. Identificado con el club, le confesó al programa partidario Infierno Rojo que tenía intenciones de viajar para presenciar el partido de este jueves.

Faryd levantó con el Rojo la Supercopa y la Recopa en 1995 y sabe cuánto significan los choques internacionales: “Las noches de Copa te transforman todo en Independiente. Se respira un aire diferente, un aire distinto. Lo más lindo de mi carrera fue haber disfrutado de eso. El ambiente es mágico y único. Sólo el que jugó una Copa en nuestra cancha lo puede saber”.

En la previa del esperado choque por la Copa Sudamericana, Faryd Mondragón elogió al equipo: “Sé que en este momento estamos en buenas manos. Mauricio Pellegrino está muy bien preparado, tiene experiencia". Y advirtió: "Hay un plantel, pese a la juventud de algunos, con mucho carácter. Espero que esta noche también podamos demostrar esa personalidad en el partido ante Santa Fe”.

El arquero colombiano tenía intenciones de estar este jueves en la cancha. “Desafortunadamente no pude viajar por problemas personales. Ojalá sea en 15 días, en las semifinales", dijo, al tiempo que agradeció “a nuestro presidente Hugo Moyano. Es la única dirigencia que se ha ocupado de llamarme para organizar algo para despedirme de mis hinchas“.

Amor rojo

“Soy quien soy en el fútbol gracias a Independiente, por eso sigo toda su actualidad siempre. Amo a Independiente, estoy pendiente siempre, lo veo. Está en un gran lugar de mi corazón“, confesó Faryd.

Sobre su paso por el club, Mondragón contó: “Cualquiera que quería ganar algo tenía que ir a Independiente. Llegué con 24 años y a los seis meses estaba levantando una Copa. Se exigía ganar y jugar bien“.

Y sumó: ”Tuve grandes técnicos, a todos les agradezco. El equipo de Menotti era una máquina. Al Flaco Gareca lo quiero mucho. Pero agarró un torneo raro, con un parate. No tuvo suerte”.

Bonus track

Finalmente, recordó el Clásico de Avellaneda de 1997 con goles de José Luis Calderón: “En aquel clásico en el Cilindro, Caldera rompe el arco y yo no podía creerlo, me quería morir ahí. Ganarlo de visitante, sobre la hora, fue soñado”. Y remató: “Independiente está en un gran lugar de mi corazón”.