Rafael Nadal superó este lunes sin problemas al japonés Kei Nishikori para meterse en los cuartos de final del Abierto de Australia. Pero no todas son buenas para el número uno del mundo ya que después del partido mostró una importante ampolla en su mano izquierda que según explicó pone en riesgo su continuidad en el torneo.

"No es doloroso pero sí es difícil de cubrir, y si lo hago me impide sentir la bola y la raqueta", explicó el tenista de Manacor durante la conferencia de prensa.

Nadal explicó que hace unos días se inflamó pero ahora está "en carne viva" y que no puede permitirse el lujo de parar ni de dejar de entrenarse. Sin embargo, también comentó que "si sigo así me la voy a destrozar".

"El torneo está complicado así porque necesitaría cinco días para que la piel se recuperase y juego dentro de dos días", advirtió el número uno del ranking de la ATP. "Hay que prevenir y tratarla con todo lo que disponen los médicos, porque mi torneo está en peligro y no creo que pueda jugar sin vendaje el resto del torneo", aseguró.

Convencido de que tendrá que jugar cubriendo esa zona, Nadal asumió el riesgo. "Es verdad que se pierde un poco de sensibilidad, pero no voy a ganar ni a perder por eso", concluyó.

Su rival en cuartos de final de Australia será el búlgaro Grigor Dimitrov, número 22 del mundo.