Robert Sarver es el propietario de los Phoenix Suns, un equipo con tradición en la NBA. Este señor no soportó lo que estaba ofreciéndole su equipo a los fanáticos por lo que decidió, en un acto de absoluta grandeza y humildad, tomar el micrófono en el medio del partido para disculparle y pedirle a los hinchas que devuelvan las entradas, para que luego la franquicia les reembolse el dinero que pagaron por ellas.