La idolatría que genera el jugador argentino del Barcelona no sabe de fronteras, idiomas, razas ni religiones, por lo que la foto en cuestión es una clara muestra de que el fútbol puede unir a cualquier cultura.

La imagen se viralizó en las redes sociales y este pequeño, protagonista de una realidad distinta a la que nosotros conocemos para un chico de su edad, ya está en boca de todos.

Con una bolsa y un marcador el nene ya tiene su camiseta y le demuetra al mundo quién es su ídolo.