Lionel Messi siempre mostró su costado familiero. Poco amigo de la noche, las fiestas o los gastos exhibicionistas suele refugiarse entre los suyos donde disfruta de la compañía de sus hijos y su mujer.

Con Antonella se conocen desde chicos y se los ve felices en cada aparición pública. Pero como todas las parejas tiene sus sinsabores que atravesar, ella lo acompañó cuando se despidió del club de sus amores y de la ciudad donde están instalados y criando a sus tres hijos.

Al comienzo de la conferencia de prensa, Leo tuvo un ataque de llanto que su esposa atenuó entregándole un pañuelo para derramar sus lágrimas y que no pasó desapercibido por los presentes.