Alberto Raimundi hizo de la incorrección, un estilo, al cual se le sumaron algunos otros como Daniel Mollo en Boca, o el Tano Santarsiero en River.

Se trata de pasar todo por el filtro del hincha más termo que se pueda encontrar: pedir todas las divididas a su favor, quejarse airadamente del árbitro -sea el que sea y cobre lo que cobre- y de la AFA, y criticar hasta el escarnio al clásico rival.

Pero como Gimnasia y Esgrima La Plata es un equipo sufrido, con más derrotas que victorias en los duelos con su archirrival, a Raimundi se lo suele escuchar insultando a sus jugadores hasta la denigración.

Fiel a su estilo, en vez de alegrarse por la victoria 2 a 1 frente a Estudiantes, se dedicó a insultar a los dirigentes propios, a sacar pecho por sus propias advertencias y a denigrar al Pincha.