El clásico de la ciudad de Rosario hace rato que se viene jugando. Tiendas de clubes casas de jugadores y dirigentes tuvieron que ser tenidas en cuentas por el operativo de seguridad, al tener que enviar custodias a varios de los lugares mencionados. Por la mañana y bien temprano, desde las 8, la Brigada de Explosivos comenzó a requisar el Gigante de Arroyito a puertas cerradas (se abrirán a las 14), según informó el portal Rosario 3.

Los hinchas, a pie, deberán superar tres cacheos, en un operativo que demanda unos 700 policías en el estadio e inmediaciones, más otros 200 dando vueltas por la ciudad. Eso incluye el traslado de los dos planteles: los de Coudet llegarán desde Arroyo Seco y los de Bernardi, desde Ricardone. Como en la última edición, se desplegará una manga desde la puerta del bondi hasta la puerta del vestuario y la dirigencia visitante será ubicada en el palco 20.

Además, se pidió principal atención a la cuestión de la pirotecnia, con amenaza de penas en el caso de que fuesen arrojadas al campo de juego.