Siempre fue el más hincha de todos los jugadores de River, el representante de los hinchas dentro del campo de juego y por eso se convirtió en ídolo.

Su zurda mágica le dio el título al Millonario después de 18 años y años más tarde, su único campeonato mundial.

Ahora -como dijera alguna vez Eduardo Galeano de Diego Maradona- los goles los hace con su lengua.

Y así como no perdonaba dentro del área, lo hizo a la salida del estadio Monumental.