Fue oro el triunfo por 1-0 que logró el Atlético en la ida de los cuartos de final. El Athletic de Bilbao tuvo de cara la eliminatoria en la primera mitad, pero su rival demostró su extraordinaria solvencia en la segunda para conseguir el primer triunfo visitante en el nuevo estadio de San Mamés.

La primera parte del Athletic de Bilbao fue espléndida. Impuso un ritmo de juego insoportable incluso para un equipo como el Atlético de Madrid, que no se acobarda ante casi nada. Pero su rival lo pasó por encima durante muchos minutos y sólo el arquero Thibout Courtois lo sostuvo en pie.

Sin embargo, la primera gran ocasión del partido fue para el Atlético y llegó con sólo dos minutos disputados. Diego Costa tuvo un mano a mano ante Iago Herrerín y el arquero del Athletic pudo contener el disparo. Costa no está en su mejor forma, ni mucho menos, y sus nervios en el campo así lo evidencian.

El Athletic se adueñó pronto del partido ante un Atlético al que le faltó peso en esa fase inicial. Acusó la ausencia por lesión de Tiago y ni Gabi ni Koke pudieron retener la pelota siquiera unos segundos. A cambio, Mikel Rico fue un gigante en esa zona del campo y la segunda línea del Athletic llegó en oleadas al área madrileña.

El dominio local se fue intensificando con el paso de los minutos y el último tramo de la primera parte fue un asedio constante. El gol llegó a los 42 minutos con un magnífico centro de Mikel Balenciaga desde el lateral izquierdo y un cabezazo imperial de Aritz Aduriz, quien le ganó en su potente salto a un desbordado Diego Godín.

Hasta la llegada del descanso sólo existió una figura, la de Courtois, quien realizó varias intervenciones antológicas, y especialmente un vuelo a remate de Aduriz. El arquero belga volvió a demostrar que está en la elite y el Atlético de Madrid lo agradeció para llegar al descanso todavía vivo y con poco dolor para lo que pudo haber sido.

La eliminatoria estaba empatada y existía interés por ver cuál era la apuesta de cada equipo. ¿Bajaría el ritmo el Athletic? ¿Sería más ambicioso el Atlético?

Y así sucedió. El equipo de Diego Simeone dio un paso adelante mientras el Athletic retrocedió. Una gran parada de Herrerín fue el preludio del tanto del empate en una larga jugada. Raúl García remató con su zurda y, aunque mordida, la pelota entró junto a un palo.

Ahí se acabó la eliminatoria, porque el Atlético de Madrid no permitió que pasaran muchas más cosas en su área. El encuentro se pareció más al de la primera parte, sólo que el Athletic no tuvo claridad y el paso de los minutos le fue dejando sin físico.

El propio estadio de San Mamés lo fue asumiendo porque el silencio se fue apoderando del ambiente hasta el final. Y más con el gol de Diego Costa a cinco minutos del cierre tras culminar solo ante el arquero. El punta visitante rompió una racha de seis partidos sin marcar.

De nuevo el Atlético de Madrid, actual campeón de Copa, salió vivo de una situación complicada y ante un rival en gran forma. El Real Madrid lo espera la próxima semana en el estadio Santiago Bernabéu, en una reedición de la final del año pasado.