El equipo holandés protagonizó una incidencia poco habitual en el mundo del fútbol. Abandonaron el campo durante el partido amistoso que disputó frente a Standard de Lieja de Bélgica.

El juez murciano Raúl Nicolás Espejo les cobró tres penales en contra y los futbolistas de Heerenveen tomaron esta decisión en señal de protesta cuando el resultado estaba 2-0 a favor del Standard (ambos al transformar sendos tiros desde los 12 pasos en la segunda parte).

El encuentro acabó en el minuto 89, cuando el árbitro decretó otra pena máxima. El arquero holandés logró tapar el tiro, pero Nicolás Espejo ordenó su repetición por invasión de área.

Esta decisión colmó la paciencia de los integrantes del equipo holandés y sus futbolistas se fueron a los vestuarios.