Marcelo Bielsa es reconocido por su carrera como entrenador y por sus ideas poco convencionales, a la hora de pensar un partido de fútbol.

Uno de sus colaboradores en tiempos como seleccionador nacional, Darío Franco, se prestó a una tarea bastante difícil para un exjugador de fútbol: debía meterse sin permiso en la concentración del equipo mexicano, para aportarle detalles al DT de la selección.