Brasil comenzó su participación en el fútbol masculino de Río 2016 defraudando a su gente, que colmó el estadio Mané Garrincha y lo silbó al retirarse una vez finalizado el juego.

Es que igualó sin goles ante Sudáfrica, con la presencia de Neymar como titular.

El seleccionado local mereció más pero simplemente por su empuje, ya que careció totalmente de ideas como para quebrar a un rival que, pese a sus limitaciones y a jugar con uno menos desde los 15′ del segundo tiempo por la roja a Mvala, supo hacerle frente e incluso contó en la parte inicial con algunas situaciones como para quedarse con el triunfo.