Portugal está feliz por el futbolista que mejor los representa en el mundo. El Balón de Oro que recibió Cristiano Ronaldo, bajo algunas sospechas sobre la FIFA, fue celebrado en el país de 10 millones y medio de habitantes.

Una de las postales más tiernas, la protagonizaron las futuras estrellas del Sporting de Lisboa -club de donde surgió el actual goleador del Real Madrid- que observaron el evento por televisión.

El grito fue casi el de un gol del seleccionado portugués, mientras los niños vitoreaban al capitán de la selección lusa.