Arjen Robben, figura del seleccionado de Holanda, fue el representante de la bronca una vez conocido el desenlace de la semifinal disputada en San Pablo, que clasificó a la Argentina a la definición por el título mediante los penales.

Consultado por un pálpito para el duelo que animarán alemanes y argentinos en Río de Janeiro el próximo domingo, el delantero del Bayern Munich no tuvo inconvenientes para decidirse por un ganador. "No tengo dudas que será campeón Alemania... Argentina no tiene ninguna chance", resaltó, tras un desempeño muy pobre.

Enfocado en su rol de referente tanto dentro como fuera de la cancha, el punta analizó la salida de la Copa del Mundo y manifestó que "hemos tenido alguna que otra oportunidad, pero poca cosa. En los penales tuvimos éxitos en Cuartos y ahora hubo mala suerte".

Por otro lado, Robben, que venía de perder la Final del Mundial anterior ante España, aseguró que "es decepcionante no llegar a esa instancia de nuevo. Es muy complicado dar una opinión del torneo porque ahora estoy muy decepcionado. Hemos estado cerca".

"No es momento de hablar del futuro", cerró su diálogo con la prensa, pensando solamente en el choque del sábado ante Brasil, todavía masticando bronca por no acceder nuevamente al partido más trascendental de todas las competiciones internacionales.