"Se observa con gran preocupación el desarrollo político en Rusia, algo que no era previsible cuando se tomó la decisión de darle la sede en diciembre de 2010", dijo el presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Wolfgang Niersbach, en declaraciones al diario alemán Bild.

También desde la política están de acuerdo en que Rusia no está en condiciones actualmente de organizar una cita deportiva de ese calibre, indicó DPA.

"No se le puede conceder el Mundial de fútbol a ningún país que esté en guerra con otro Estado", afirmó Karl-Georg Wellmann, experto en política exteriores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.

Desde el Partido Socialdemócrata alemán (SPD), socio de Angela Merkel en el gobierno de coalición, se mostraron de acuerdo con un posible traslado de la sede del Mundial de 2018.

"Estaría bien si Alemania estuviera preparado y en la situación de asumir el Mundial en el caso de que la FIFA decida quitárselo a Rusia", declaró la portavoz de política deportiva del SPD, Michaela Engelmeier-Heite.

Luego de cosechar su cuarta Copa del Mundo, los alemanes creen factible la organización en 2018 aunque se espera la respuesta inmediata de los rusos. La FIFA, ¿saltará al terreno?.