En el clásico de Cataluña que disputaron Barcelona y Espanyol, Bárbara Latorre dio la nota al marcar un maravilloso gol.

La rubia agarró la pelota en su propio campo y comenzó a gambetear rivales a pura velocidad y convicción. 

Antes de llegar al área la voltearon, pero lejos de pedir falta se levantó rápidamente, trabó con otra defensora y luego definió magistralmente. 

Un gran ejemplo de que el fútbol no tiene barreras de género.