La prisión victoriana de Reading, donde el autor de El Retrato de Dorian Gray cumplió una dura pena de dos años por cometer actos  homosexuales decidió realizarle un homenaje con una exposición que invita a reflexionar sobre el desagravio que sufrió por el solo hecho de amar a otro hombre. 

Oscar Wilde, nacido en  Irlandés, estaba casado y era padre de dos hijos. Su escritura era reconocida y aplaudida por la sociedad victoriana que fue la misma que decidió castigarlo por ser homosexual. 

El 25 de mayo de 1895, Wilde y su joven amante, Lord Alfred Douglas fueron sentenciados a dos años de cárcel y trabajos forzados por "conducta indecente y sodomía". La denuncia fue realizada por el padre de Douglas, el marqués de Queensberry;  inventor de las modernas reglas del boxeo. 

Oscar Wilde y su amante, Lord Alfred Douglas (1893)

El paso por la cárcel de Reading representó un antes y un después al vida del esteta y ameno Wilde que al salir, el 18 de mayo de 1897, decidió exiliarse en Francia bajo el nombre de Sebastian Melmoth para terminar muriendo, tres años después, de una meningitis, alcoholizado y en soledad. 

La prisión de Reading, que fue cerrada hace unos años, decidió realizar un tardío homenaje a uno de sus reclusos más famosos. La muestra se llama "Dentro" y continuará hasta finales de octubre, en la misma puede observarse no sólo retratos del escritor sino también apreciar las duras condiciones inhumanas que tuvo que soportar.

Más de treinta artistas se sumaron al inusual homenaje e incluso la cantante Patty Smith y el actor Ralph Fiennes, leen cada domingo en lo que fuera la capilla de la cárcel paisajes de "De Profundis", la larga y lacerante epístola que Wilde le escribió desde su celda a su amante en papel que pasaba bajo cuerda entre los estrechos cubículos que ahora lucen limpios pero que eran un verdadero infierno. 

"Nuestra infausta y lamentabilísima amistad ha acabado en ruina e infamia pública para mí, pero el recuerdo de nuestro antiguo afecto me acompaña a menudo, y la idea de que el aborrecimiento, la amargura y el desprecio ocupen para siempre ese lugar de mi corazón que en otro tiempo ocupó el amor me resulta muy triste; y tú mismo sentirás, creo, en tu corazón que escribirme cuando me consumo en la soledad de la vida de presidio es mejor que publicar mis cartas sin mi permiso o dedicarme poemas sin consultar, aunque el mundo no haya de saber nada de las palabras de dolor o de pasión, de remordimiento o indiferencia, que quieras enviarme en respuesta o apelación", escribió Wilde.

La muestra también retoma otros casos de artistas detenidos por una falsa moralina, como el caso del chino Ai Weiwei y del escritor y activista Gillian Slovo asesinado en 1982 por los servicios secretos de Sudáfrica; entre otros.