Como se sabe, el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, fue parte del directorio de automotores Dietrich, una de las principales concesionarias Ford y VW; cargo que abandonó en 2009, cuando asumió como funcionario de Mauricio Macri en la Ciudad.

Claro está, la empresa Dietrich SA, fundada por su padre, sigue siendo eminentemente familiar, por lo que es evidente que el ministro del mismo apellido y misma familia tiene aún intereses en la misma.

Sin embargo, nada impide –ni su cargo ni sus intereses– que dicha compañía sea habitual oferente en licitaciones convocadas desde el ámbito público y que, en ocasiones, sea la única en presentarse.

Por ejemplo, en Morón, donde el gobierno del macrista Ramiro Tagliaferro fue autorizado por el Concejo Deliberante para la adquisición de dos camionetas Volkswagen Amarok y diez autos Volkswagen Polo blindados y ploteados mediante Nación Leasing SA.

Y fue del Departamento Ejecutivo el que, al presentar ante el Concejo la iniciativa para adquirir esos vehículos para  la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por un monto cercano a los 6.000.000 de pesos, adjuntó en la licitación los datos de Dietrich SA como único oferente…

Fue tan evidente la intención del negocio cruzado entre funcionarios macristas, que concejales opositores no cayeron en la trampa. Según informa el portal Noficción.com.ar, el oficialismo tuvo que volver sobre sus pasos y, por presión de la bancada del Frente Renovador, añadió al expediente a otras dos empresas en condiciones de ofrecer los mismos servicios.

No es la primera vez –ni será la última– que el macrismo o el mismísimo Macri intenten hacer negociados en el mencionado municipio del oeste del conurbano: recuérdense las tristemente célebres ‘cloacas de Rousselot’, cuando entre Juan Carlos y una empresa de los Macri (Sideco) se pretendió estafar a los vecinos del populoso distrito.