“Cállate la boca y mirá para abajo”, se escucha claramente después de que el oficial intimidara a los gritos a unos chicos. ¿Los agarraron in fraganti? Sí, culpables del delito de estar sentados charlando en un espacio público. 

El escarmiento, la generación del miedo, los deportes preferidos de la policía bonaerense ahora también son el recurso de las fuerzas federales. Con el gran despliegue policial en el conurbano bonaerense, esta escena no es un hecho aislado, sino una maldita costumbre.

Las imágenes tienen lugar en la Plaza Cumelen de la localidad de Castelar, partido de Morón.