En mayo de 2013, Mariela del Valle González acudió al Instituto Médico Agüero (IMA), en Morón, porque estaba embarazada y se sintió mal. Allí le realizaron una cesárea y nació Benjamín, con sólo ocho meses y medio de gestación.

Pero todo terminó mal: el bebé falleció y tres días más tarde murió la madre, con apenas 35 años, tras un coma farmacológico y debido a una supuesta hepatitis fulminante, lo que motivó la denuncia de la familia de la víctima por presunta mala praxis de los médicos que la atendieron.

Ahora, la Justicia allanó el centro médico y dictó orden de detención para los siete médicos que participaron de la atención de Mariela del Valle: dos de ellos están apresados, uno declaró y quedó libre, y los otros cuatro se encuentran prófugos.

“El lunes allanaron el hospital y ahí se detuvo a dos de los acusados. El médico que está libre fue porque él mismo se presentó a declarar”, indicó la fiscal de la causa, Cecilia Corfield, quien explicó que los galenos están imputados por homicidio culposo.

Además, trascendió que sólo durante el año pasado se produjeron más de doscientas muertes en el cuestionado nosocomio privado, y en medio del revuelo periodístico alrededor del caso se denunció que el martes ocurrió un nuevo fallecimiento.

Así lo planteó a los medios presentes en el lugar una mujer cuya amiga dio a luz el martes y le dijeron que su bebé estaba muerto. "Vino a control, el médico le dijo que el bebé no tenía latidos. El embarazo venía bien, estaba bárbara y ahora le dicen que el bebé tenía problemas", relató.

"Se hizo todos los controles acá y siempre le dijeron que todo estaba bien", agregó al canal de noticias C5N quien se identificó como Patricia.