La intervención quirúrgica se llevó a cabo en el Segundo Hospital Popular de Changsha, en el sur de China, donde los médicos lograron trasplantar el cráneo a la nena para reducir tanto el tamaño de la cabeza como su peso, que llegaba a los 20 kilos.

Hanhan, de tres años, nació con hidrocefalia, malformación congénita que provoca una acumulación de líquido en la cabeza y que expande el cráneo a un tamaño mucho mayor del normal, provocando además dificultades de movimiento, elevada presión craneal, infecciones y problemas de visión.

Los médicos decidieron realizar la intervención de reducción craneal para la que tuvieron que drenar la cabeza de la menor, extrayendo un total de 7,5 litros de líquido cefalorraquídeo.

Luego le trasplantaron una porción del cráneo, para lo que se utilizaron tres piezas de titanio que habían sido impresas en 3D a partir de un modelo del cráneo de la menor, mientras que la parte facial se dejó intacta.

Así quedó Hanhan tras la operación: