Gab se presenta a sí misma como la red social creada por y para ultraderechistas que- amparados bajo el paraguas de la libertad de expresión y evitar la censura previa- logran publicar y comunicar polémicas ideas e imágenes que no pasarían los filtros de otras redes sociales. 

A partir del crowfunding y donaciones consiguieron unos 5 millones de dólares de financiación para expandirse y crear un “protocolo capaz de evitar la censura” pensado “para gente que cree en la libertad de expresión, la libertad individual y el flujo libre de información online”, destacó su fundador Andrew Torba.

Este ambicioso plan, conocido bajo el sobrenombre de “Exodus” planea “competir con plataformas ya existentes como YouTube, Twitter, Facebook y otros”. Actualmente la plataforma se financia con contribuciones de sus miembros bajo un programa de pago denominado “Gab Pro” que por 6 dólares al mes les permite acceder a mejoras internas.

El nombre “Exodus” no es casual. Gab se cimenta sobre la idea de que sus miembros han sido perseguidos y expulsados por sus ideas de las plataformas sociales primarias de Internet y por ello ahora tienen un nuevo lugar para expresarse. 

Apple rechazó la app en su store  por “contenido de odio”, y Google les expulsó de su tienda para aplicaciones en Android unos meses después alegando los mismos motivos. Los fundadores decidieron demandar a Google por abuso de posición dominante, una denuncia que retiraron apenas tres semanas después.

La red social ultraconservadora está compuesta de dos partes prominentes, una denominada GabTV que permite a los usuarios emitir en vídeo en directo a otros miembros de la comunidad de manera similar a YouTube Live o Periscope de Twitter. La segunda es una colección de contenido online procedente de medios web conservadores como Fox News o Daily Caller, así como también de webs especializadas en conspiraciones. 

Mensajes como “Progresistas, un cáncer para el mundo”, “Deporta a un frijolero hoy”, imágenes en las que se llama a ahorcar políticos o falsos montajes fotográficos sobre Hillary Clinton y George Soros (el millonario húngaro acusado de “financiar propaganda progresista”) son algunos de los mensajes que pueden leerse en esta red social.