Un corazón para Marcos. El chico de 16 años que vivió casi 10 meses con el primer corazón artificial intratorácico que se implantó en América Latina, al fin, recibió el órgano.

Como comentó el ministro de Salud, Juan Manzur: "Estamos frente a un hecho de gran trascendencia científica. El hospital y la salud pública puestos al servicio de quienes más lo necesitan".

A pesar que el corazón artificial le permitió llevar una vida casi normal durante los últimos meses, finalmente, el corazón orgánico llegó y el joven ya fue dado de alta.

"La importancia del caso se debe a lo novedoso de la tecnología, que le permitió a Marcos desarrollar una vida casi normal", explicó Horacio Vogelfang, jefe del servicio de Trasplante Cardíaco del Garrahan.

"Esto fue posible gracias a la donación, pero también al hospital público y a la jerarquización de un programa de trasplante como el que tenemos en el hospital", señaló Gerardo Naiman, otro profesional del centro médico.

A un mes del trasplante, Marcos afirma: "Es muy loco, pienso que tengo adentro algo de otra persona y le agradezco al donante, a los doctores, a mi familia, mi novia y a todos los que hicieron algo para que llegara hasta acá".

El presidente del Consejo de Administración, Marcelo Scopinaro, afirmó que "el caso de Marcos sintetiza el espíritu del Garrahan, que es brindar salud pública, gratuita y de alta calidad en complejidad infantil".