Según el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Albeta y publicado por la revista Journal Physiology, revela que consumir una copa de vino nos permite mejorar el rendimiento físico, la fuerza muscular y el funcionamiento del corazón.

Los científicos canadienses aseguran que el vino, siempre y cuando sea tinto, otorga beneficios similares a los de una rutina de una hora en el gimnasio ya que la bebida tiene altas cantidades de resveratrol.

De hecho, en pruebas realizadas con animales demostraron los efectos beneficiosos del resveratrol: anticancerígeno, antienvejecimiento, antiinflamatorio, antifibrótico, hipoglucemiante, hipocolesterolemiante y otros cardiovasculares.

En cuanto a su papel como sustancia ergogénica en el deporte, se ha demostrado que mejora la capacidad física de los animales sometidos a una dieta enriquecida con este producto.

Según el líder de la investigación, Jason Dyck, este compuesto proporciona beneficios similares a los que se obtienen a la hora de ejercitar si se bebe una copa de vino tinto al día, añadiendo que superar esa cuota no solo no es recomendable.