Siempre esta la eterna disputa entre perros y gatos, que el can es más sociable, mientras que el felino es más frío e independiente. Incluso la ciencia lo determinó así, pero faltaba saber cual de las dos variables de mascotas era más inteligente. 

Por ello, un grupo de investigadores japoneses de la Universidad de Kyoto, Japón, realizó un estudio sobre 49 gatos domésticos y la prueba fue ver si podían recordar cuál era el plato del que habían comido -con un tiempo de 15 minutos- y si podían comunicar, que se encontraba vacío. 

La razón es que tener una memoria episódica se asocia a menudo con poseer un grado de conciencia de sí mismo, algo que ya se demostró con los canes.

El resultado del estudio reveló que los felinos respondían a preguntas tales como "¿qué?" y "¿Dónde?" sobre un evento que pasó, como el hecho de determinar de qué plato habían comido. 

Además, los investigadores aseguraron que, al igual que los perros, podían comprender los gestos humanos y las expresiones faciales: "la capacidad de comprensión de los gatos ayuda a entender más profundamente cómo se gestan las relaciones con los humanos", dijo Saho Takagi, psicólogo de la Universidad de Kyoto y autor del estudio.

"Los gatos pueden ser tan inteligentes como los perros, en oposición a la opinión común de las personas que los perros son mucho más inteligentes", finalizó.