¿Los trastornos alimentarios sólo le sucede a las mujeres? Un estudio reveló que si bien suelen ser considerados un problema femenino, hay evidencia científica que hoy cuestiona esa afirmación.

Una investigación, realizada por el licenciado en psicólogía Emilio J. Compte de la Universidad Favaloro y la Fundación Foro, y publicada en la revista científica de la Academy of Eating Disorders (EEUU), International Journal of Eating Disorders, llega para cambiar la manera de estudiar y analizar los trastornos alimentarios en varones.

A principios de los años 90 un investigador de la universidad de Harvard, que estudiaba los efectos del consumo de esteroides en fisicoculturistas, observó que un grupo presentaba conductas asociadas a los trastornos alimentarios pero con una distorsión de la imagen corporal distinta a la ya conocida: se percibían a sí mismos cómo débiles y delgados, siendo en realidad fuertes y musculosos.

En su momento a esté síndrome se lo reconoció como anorexia inversa, ya que la preocupación por la imagen corporal era al revés de lo que sucede con la anorexia nerviosa. Actualmente es conocido como Vigorexia, pero académicamente se lo reconoce cómo Dismorfia Muscular.

Durante años se evaluó a los varones con instrumentos desarrollados y validados para las mujeres y los estudios no recibían buenos resultados. Por eso, este nuevo estudio, realizado sobre 472 varones estudiantes universitarios de la ciudad de Buenos Aires, utilizó una doble metodología para también incluirlos en la evaluación.

Al utilizar la metodología femenina se encontraron muy pocos casos de trastornos alimentarios en varones, pero al utilizar la otra metodología se observaron muchos más casos y es allí en donde cambia la perspectiva y la manera de estudiar estos trastornos.