La escena tiene lugar en el barrio San Roque, al sur de Córdoba. Los niños habían estado en la casa de un amigo jugando a los videojuegos, y los oficiales los interceptaron en la calle, para obligarlos bajo amenazas a cumplir con un castigo gratuito.

El video fue filtrado entre los oficiales y fue enviado al abogado Carlos Nayi, quien investigó el caso, tomó conocimiento de los hechos entrevistándose con los adolescentes y aportó la información al fiscal Carlos Matheu. Como consecuencia, se libró una acusación para los dos agentes involucrados, por los delitos de “abuso de autoridad y apremios ilegales”. 

“El policía Guillermo Torres, que es un oficial subinspector con mando de tropa, por una cuestión de ego subió ese video y después lo quiso sacar. Un policía noble, me lo ha acercado y lo llevamos al fiscal Matheu”, reveló el letrado en declaraciones a Clarín.

La secuencia ocurrió la madrugada del 8 de septiembre, y desde los primeros días de octubre uno de los uniformados involucrados está detenido por la muerte de un bebé, en un caso de 'gatillo fácil'.

“¿Qué hubiera pasado si una de estas criaturitas, asustadas como una presa escapando de sus cazadores, decide correr a guarecerse? Seguramente le hubieran disparado y hubiéramos tenido una víctima más de gatillo fácil de esta maldita policía. Si uno de los chiquitos hubiera intentado correr, lo hubieran asesinado y después le hubieran plantado un arma”, denunció el penalista Nayi.