Las investigaciones sobre la muerte de Nisman aún dejan más dudas que certezas, luego de sospechosos hallazgos sobre sus relaciones y movimientos financieros.
Lo primero que despertó estas dudas fue la copia de un cheque por 200 mil dólares encontrado en una caja fuerte del departamento de Le Parc, que habría sido depositado en la cuenta secreta de Nisman en un banco de Nueva York.
El depósito se realizó desde una cuenta del Bank of América de Miami, cuyo dueño es Claudio Alejandro Picón (también titular de la lujosa camioneta que manejaba el fiscal), quien aparece vinculado con empresas norteamericanas contratistas de los servicios de inteligencia de los EEUU.
Pero las investigaciones no se detuvieron allí, sino que los detectives establecieron que en 2013 apareció en la cuenta de Nisman un depósito de 150 mil dólares realizado por el empresario desaparecido en torno al que hay muchas dudas, Fabián Stefanini.
Este dinero representa una relación inexplicable entre el fiscal fallecido y el empresario desaparecido, entre las que se baraja lavado de dinero, una cueva o un negocio en las sombras.
Pero hay otra cuenta que habría despertado sospecha en los investigadores, que es una caja en el Merryll Lynch con más de 600 mil dólares, una cifra que no se condice para nada con el dinero que cobraba Nisman de su sueldo ni con su declaración jurada.

Las investigaciones sobre la muerte de Nisman aún dejan más dudas que certezas, luego de sospechosos hallazgos sobre sus relaciones y movimientos financieros.

El periodista Raúl Kollmann publica hoy un artículo en el diario Página/12 adonde da detalles de los movimientos financieros del fiscal.

Lo primero que despertó estas dudas fue la copia de un cheque por 200 mil dólares encontrado en una caja fuerte del departamento de Le Parc, que habría sido depositado en la cuenta secreta de Nisman en un banco de Nueva York.

El depósito se realizó desde una cuenta del Bank of América de Miami, cuyo dueño es Claudio Alejandro Picón (también titular de la lujosa camioneta que manejaba el fiscal), quien aparece vinculado con empresas norteamericanas contratistas de los servicios de inteligencia de los EEUU.

Pero las investigaciones no se detuvieron allí, sino que los detectives establecieron que en 2013 apareció en la cuenta de Nisman un depósito de 150 mil dólares realizado por el empresario desaparecido en torno al que hay muchas dudas, Fabián Stefanini.

Este dinero representa una relación inexplicable entre el fiscal fallecido y el empresario desaparecido, entre las que se baraja lavado de dinero, una cueva o un negocio en las sombras.

Pero hay otra cuenta que habría despertado sospecha en los investigadores, que es una caja en el Merryll Lynch con más de 600 mil dólares, una cifra que no se condice para nada con el dinero que cobraba Nisman de su sueldo ni con su declaración jurada.