José Javier, un niño español de 12 años de Alicante, casi funde a sus padres. A mediados de agosto de este año, el pequeño quiso convertirse en youtuber y, luego de leer los 'términos y condiciones' en el procedimiento de creación de su canal, generó órdenes de inserción de publicidad a través del servicio Google AdWords.

Su madre, Inma Quesada, aseguró que el niño logró pasar los 'controles' de seguridad de Google al proporcionar datos de la cuenta bancaria que le abrió su familia para sus ahorros.

La cuenta del menor, que inicialmente contaba con unos 2.000 euros de saldo, quedó en blanco y recibió cargos que llegaron a los 19.700 euros. Una vez que la cuenta fue bloqueada por el banco, Google intentó generar un cobro adicional por la suma de 78.000 euros.

Finalmente, tras idas y vueltas legales, el gigante tecnológico aseguró que un menor de edad no está capacitado para contratar este tipo de servicios por lo que procederá a cancelar el saldo pendiente de AdWords. Aunque tal vez, Javier ya haya logrado su cometido de ser "famoso", pero por otras razones.