A mediados de julio, Dani Mathers cometió una verdadera estupidez, con consecuencias que jamás imaginó, pero que son necesarias si la sociedad quiere evitar la burla contra las diferencias físicas entre las personas.

La conejita de Playboy compartió una foto en su cuenta de Snapchat para burlarse del cuerpo de una mujer de 70 años, que se cambiaba en el vestuario de un gimnasio de Los Ángeles.

"Si yo no puedo dejar de ver esto, entonces ustedes tampoco", escribió Mathers e inmediatamente le llovieron las críticas. Aunque la rubia se disculpó en un video, la cadena de gimnasios la expulsó de su membrasía y le prohibió la entrada a los 800 centros que la empresa administra en Estados Unidos.

Mathers incluso perdió su trabajo como conductora radial, en la radio KLOS de California, después del vergonzoso episodio en las redes.

Según informó TMZ, la mujer que sufrió la burla estaría dispuesta a llevar a la conejita a la Justicia, bajo el cargo de "difusión de imágenes privadas sin consentimiento", lo que podría significar hasta seis meses de cárcel.

"Fue totalmente incorrecto y no era lo que quería hacer. He elegido hacer lo que hago para vivir porque adoro el cuerpo femenino y sé que ridiculizarlo está mal y yo no soy así. Esa fotografía fue tomada como parte de una conversación personal con una amiga y, como soy nueva en Snapchat, no me di cuenta de que la había difundido públicamente y fue un gran error. Sé que he molestado a mucha gente pero por favor, créanme cuando digo que yo no soy así. Nunca hice esto antes y nunca lo volveré a hacer, tienen mi palabra", admite Mathers en su video, antes de de cerrar sus redes sociales.