Aquel día, los argentinos participábamos del censo nacional cuando los medios dieron cuenta de la muerte súbita del expresidente en horas de la mañana, en su casa de el Calafate, en Santa Cruz. Su salud se había deteriorado -en febrero de 2010 había sido operado de la carótida derecha y en septiembre tuvo que ser sometido a una angioplastia, con la colocación de un stent- y no hubo mucho que se pueda hacer para recuperarlo ante las fallas cardíacas.

Entre los usuarios y representantes políticos, los momentos más celebrados en este día están sus fuertes decisiones en materia de derechos humanos, su visión de una argentina desendeudada, su implacable posición frente a los representantes del poder económico internacional y la cercana relación para el desarrollo de los países latinoamericanos.