Varios años atrás, se denunciaba que Francisco José Terrier había formado parte de la Policía Bonaerense durante la dictadura cívico-militar, con un cargo jerárquico en la División de Asuntos Jurídicos de la fuerza que en aquella época comandaba Ramón Camps.

Eso, obviamente, no le impidió ponerse al frente del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 3 de La Plata, cargo desde el cual tomó una polémica decisión –al menos– vinculada a la desaparición de Luciano Arruga, el chico de 16 años visto con vida por última vez el 31 de enero de 2009 en el Destacamento Policial de Lomas del Mirador.

Tras una larga lucha de familiares y organismos de derechos humanos, los ocho policías que habían estado de guardia aquel día de enero eran pasados a “disponibilidad preventiva”, medida efectivizada en febrero de 2013.

En diciembre de ese mismo año, Terrier fallaba a favor de un amparo presentado por la defensa de uno de los policías, por lo cual ordenaba que fuera reincorporado a la Bonaerense. El entonces ministro de Seguridad Alejandro Granados decidía enseguida extender el beneficio a todos los efectivos involucrados.

Ahora, la Cámara en lo Contencioso Administrativo de La Plata resolvió que el comisario retirado sea el reemplazante de Luis Federico Arias, suspendido la semana pasada, subrogando a Arias en el Juzgado Nº 3 de la capital bonaerense, del que supo ser titular.

En La Plata hay cuatro juzgados del fuero Contencioso Administrativo: el N° 4 está a cargo de María Ventura Martínez, que a su vez subroga el N° 2, y los Nº 1 y 3, ambos a cargo ahora de Terrier.