A través de una nota oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno argentino consideró que "el ataque israelí contra una escuela de las Naciones Unidas en la Franja de Gaza, que albergaba 3000 refugiados" es un "acto criminal que debe ser investigado y sus responsables llevados a la Justicia".

En el comunicado difundido el domingo, tras el ataque del ejército israelí que costó la vida de al menos diez refugiados, se afirma que "las instalaciones de las Naciones Unidas en la Franja de Gaza son el último bastión con que cuentan los civiles para protegerse de las ofensivas militares".

En ese sentido, se citan declaraciones del secretario general la ONU, Ban Ki-moon, quien se refirió al hecho como "otra grave violación de la ley humanitaria internacional", al tiempo que se llama al Consejo de Seguridad para que "resuelva de manera urgente el cese de las hostilidades, el retiro de las fuerzas extranjeras de la Franja de Gaza y el levantamiento del bloqueo que impide la evacuación de los heridos y el ingreso de ayuda humanitaria".

Este segundo ataque contra una escuela de la ONU, que en efecto sirven para refugiar a palestinos que han perdido sus propiedades, también provocó la reacción de Ban ki-Moon, quien calificó el hecho como "una aberración moral y un acto criminal".

En Estados Unidos, la portavoz del departamento de Estado, Jennifer Psaki, indicó en un comunicado que “Israel debe hacer más para respetar sus propios criterios y evitar víctimas civiles”, mientras que el presidente francés, François Hollande, calificó a este nuevo bombardeo como “inadmisible”.