Los acusados se desempeñaban en la maternidad clandestina que funcionaba en el Hospital Militar de Campo de Mayo, donde habrían participado en partos clandestinos para secuestrar hijos de detenidas-desaparecidas.

Según publica este lunes Página 12, tanto los médicos Bianco y Martín como la obstetra, así como los represores que tenían a su cargo la zona, Santiago Riveros y Reynaldo Bignone, deberán responder por el robo de nueve bebés, cinco de los cuales lograron recuperar su identidad.

El diario recuerda que en el Pabellón de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo existieron, de 1976 a 1978, dos habitaciones especiales con ventanas enrejadas, cerrojos en las puertas y sin luz, por donde pasaron, por lo menos, 17 jóvenes embarazadas que eran llevadas desde diferentes centros clandestinos de detención.

Una vez que parían, las mujeres eran despojadas de sus bebés, y su destino siguiente era de nuevo el centro clandestino; su desaparición... Los bebés, en tanto, eran despojados de su identidad y secuestrados por los propios represores o entregados a personas vinculadas.