El Tribunal Oral Federal Nº 6 juzga desde este miércoles a los médicos Norberto Bianco y Raúl Martín y la obstetra Luisa Arroche, procesados por apropiación de recién nacidos durante la dictadura, junto a los represores Santiago Riveros y Reynaldo Bignone, que tenían a su cargo la zona de Campo de Mayo.

Los acusados se desempeñaban en la maternidad clandestina que funcionaba en el Hospital Militar de Campo de Mayo, donde habrían participado en partos clandestinos para secuestrar hijos de detenidas-desaparecidas.

Tanto los médicos Bianco y Martín como la obstetra, así como los represores Riveros y Bignone, deberán responder por el robo de nueve bebés, cinco de los cuales lograron recuperar su identidad.

Las nueve mujeres secuestradas que dieron a luz en el hospital militar son Marta Graciela Álvarez, Myriam Ovando, Liliana Isabel Acuña, Susana Stritzler, Valeria Beláustegui Herrera, Silvia Quintela Dallasta, Norma Tato de Barrera, María Eva Duarte de Aranda y Mónica Susana Masri de Roggeroni.

Como se sabe, en el Pabellón de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo existieron, de 1976 a 1978, dos habitaciones especiales con ventanas enrejadas, cerrojos en las puertas y sin luz, por donde pasaron, por lo menos, 17 jóvenes embarazadas que eran llevadas desde diferentes centros clandestinos de detención.

Una vez que parían, las mujeres eran despojadas de sus bebés, y su destino siguiente era de nuevo el centro clandestino. Los bebés, en tanto, eran despojados de su identidad y secuestrados por los propios represores o entregados a personas en general vinculadas a la represión.