El secretario general del Sindicato de los Trabajadores de las Estaciones de Servicio e integrante del triunvirato que conduce la CGT, Carlos Acuña, aseguró anoche que la medida de fuerza convocada para el 7 de marzo por la central obrera "no es un paro político", y afirmó que el movimiento obrero llegó a esta situación "porque el Gobierno apaña a los empresarios".

"La movilización del 7 de marzo no es un paro político. Llegamos a esta situación porque el Gobierno apaña a los empresarios y los acuerdos no se cumplen", declaró el gremialista.

Carlos Acuña, uno de los tres líderes de la CGT unificada, rechazó las críticas del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne y aclaró que el paro recientemente acordado por la central obrera "no es político". "Sino que saquen un DNU para postergar las elecciones así nadie hace política", agregó.

En ese sentido, calificó al ministro de "alcahuete" y le pidió que se ocupe de "resolver los problemas de la economía".

"Esta siendo aclahuete del gobierno mal. Le está diciendo al presidente que está todo bien, y no está todo bien. Que le vayan a preguntar a la gente si la plata le alcanza", expresó Acuña. 

El sindicalista destacó que la CGT tuvo voluntad de diálogo al reunirse con el sector empresarial y distintos funcionarios del Poder Ejecutivo en una misma mesa, pero que "a la larga todo terminó en más despidos, suspensiones e inflación”.

Nicolás Dujovne, aseguró "no" tener "dudas" de que "la cuestión política está jugando un rol muy importante" en las decisiones de la CGT y aseguró que los despidos se focalizan en empresas de sectores "muy favorecidos durante muchos años por una economía muy cerrada".

Por otro lado, aseguró que "el gobierno respeta el mecanismo de paritarias libres para el sector privado" y, en el caso de las paritarias en el sector público, donde cumple un rol paritario, sostuvo que el Estado "también vela por su política fiscal, entonces balancea los objetivos fiscales con la negociación salarial".