Casi todos los fajos de dinero se encontraban con un precinto blanco que no aportaba ninguna información pero existió uno en particular que sí era identificable. "El fajo estaba compuesto por mil billetes de 100 dólares con su correspondiente correlatividad y remitía a la Reserva Federal de los Estados Unidos, es decir, el Banco Central norteamericano. Con esa información clave, desde el juzgado enviaron un exhorto a las oficinas del FBI en el país, con el objetivo de obtener el banco destino del fajo y así poder continuar con su ruta hasta que llegó a las manos de López", consigó la nota del periodista en el portal El Destape.

"Pese a la trascendencia del caso a nivel mundial y a la utilización que realizó el Gobierno del caso, desde Estados Unidos nunca respondieron a las consultas realizadas en el país, y, de esta forma, se protegió a los corruptores del ex secretario de Obras Públicas, dejando las piezas más importantes del rompecabezas sin completar", concluye Amorín.