Antonio Gandur, presidente de la Junta Electoral Provincial de Tucumán, descartó que las protestas que se llevan a cabo en la capital de la provincia tengan por objetivo cuestionar el escrutinio definitivo: "No creo que la protesta esté referida a este proceso, que se desarrolla con normalidad", dijo.

Sobre las dos mesas anuladas el miércoles, el funcionario electoral precisó que "había una gran diferencia entre el número de electores y de sobres, y el Código Electoral admite una tolerancia de una diferencia de hasta cinco sobres", por lo que "en estos casos la gran diferencia hizo que se anularan".

Por su parte, el secretario de la Junta, Darío Almaraz, se refirió a las pegatinas que aparecieron en su contra en algunos puntos de la provincia, al señalar que "si alguien tiene algo que denunciar, está la Justicia".

En ese sentido, afirmó que tanto esas pegatinas como la pretensión de instalar la sospecha de fraude en los comicios tucumanos son "nada más como una irresponsabilidad o mala actitud"; por esa razón reiteró que "si tienen algo que reclamar, vayan y hagan la denuncia" ante la justicia.