Desde la ultima semana de noviembre de 2015, complaciendo al empresariado corporativo, muchas medidas solicitadas han sido puestas en marcha: eliminación de retenciones, devaluación, desaceleración de la tasa de expansión monetaria, libertad para importar, liberación general de consultas, controles y regulaciones de la Secretaria de Comercio, promesa de normalización del INDEC dentro de 8 meses (mientras tanto el índice validado por el gobierno, el de la provincia de San Luis dio 6,5% en diciembre) , permiso de auditoria, habilitando acceso al FMI, quien advirtió en Davos que durante 2016 Argentina sufrirá una "leve recesión", con una caída del PBI del (-1%), en lugar de crecimiento 1%, desautorizando a Prat Gay. La diferencia entre el pronóstico del FMI y el de Prat Gay, es de solo 10.000 millones de dólares.

Se acelera 2016 en Davos, sueño impensado meses atrás, para la delegación y las corporaciones. Las entidades financieras observan extasiadas los giros de un país que hasta 2015 no iba a este tipo de reuniones y, ahora lleva 28 integrantes oficiales  amigables-sin contar los que financian su estadía- todos muy bien predispuestos.

El gobierno prometió grandes cambios y oportunidades, a cuanto personaje se cruzara por los pasillos, ya que se necesitaría un financiamiento de u$d 20.000.000.000 que no luce disponible, para evitar lo que seria un ajuste brutal e inviable socialmente.

Reflexionemos acerca de la forma de comenzar y continuar la gestión de Macri, para analizar cuáles fueron sus movidas y los desafíos que tendrá que enfrentar en los próximos meses. En materia política, se observa  un gobierno decidido a ejercer el poder en forma imperativa, aunque con marchas y contramarchas, a la vez que intenta incrementar apoyos para lograr la tan ansiada gobernabilidad del sistema, que por causa de su escaso capital político, lo obliga a deshacerse en elogios, tratando de posicionar a Sergio Massa, como si fuera alguien con verdaderas chances de presidir el peronismo. Esto causo mucha confusión, ya que cuando los periodistas le preguntaban a Massa si había finalizado el gobierno en 2015, Sergio tenia que explicar que el ya era opositor en 2013. Recuerde que el verdadero caudal del PRO es menos de la mitad del porcentaje obtenido en el balotaje. “Cambiemos” fue una coalición electoral, que no es para nada, una coalición de gobierno, son cosas muy distintas. Esto significa, estamos juntos para echar al FpV, pero no estamos para hacernos cargo de eventuales nuevos estallidos sociales como los que hemos protagonizado en 2001 (UCR-Coalición Cívica)

En materia económica, el gradualismo del gabinete en cuestiones como la reducción del déficit fiscal o la corrección de las tarifas de los servicios públicos contrasta con la temeridad que mostró el Banco Central con respecto a las políticas previas. En el BCRA comenzaron duplicando las tasas de interés y esterilizando moneda en forma audaz. En lo fiscal, faltan definiciones tarifarias, nos dan un poco de respiro por tanta “Revolución de Felicidad”, ya que tarde que temprano se anunciaran los tarifazos.

Macri que comenzó su gestión designando el equipo soñado de las revistas de negocios, los puso en la vidriera más importante del mundo: Davos. Un plantel compuesto por ejecutivos de grandes corporaciones y bancos internacionales que habla ingles nativo, demostrando ser “World class executives”, con el claro objetivo, de convertir a la Argentina en un “país normal”, que vuelve a abrirse en forma incondicional y se pone “a tiro” del radar de los inversores. Macri tiene todo a su favor para lograr ser el segundo mejor alumno del FMI, su enorme activo es la resistencia a doce años de un modelo orientado al mercado interno, con intervenciones crecientes del Estado, pero sobretodo un país de bajísimo endeudamiento público y privado-al revés del resto del mundo-; el sólo hecho de cambiar el rumbo de la política económica y tener la posibilidad de endeudarse, es un punto de inflexión, luego de doce años de políticas de  desendeudamiento, que se exhibieron esta semana en Davos como exitosas y propias, y ha dado lugar a una mejora del riesgo e interés para el análisis.

Más allá del relativo shock de confianza-que aun no se ve por ninguna parte, en hechos concretos-, el desafío que tiene por delante el presidente es ciclópeo y su extraña capacidad de ejercer el poder enfrentara sin dudas, muchas limitaciones. Macri expresa la intención de reformar un Estado que ha dado respuestas a las demandas de la sociedad, y al mismo tiempo quiere mantener su nivel de aprobación. En este contexto, el comienzo de la administración Macri, se caracteriza por tener mucho menos de república, una política económica crecientemente ortodoxa, aunque menos furiosa  que las que anhelan las huestes apasionadas que están acampando alrededor del Banco de la Nación Argentina, un entorno que desea no dejar pasar esta insospechada oportunidad.

Entonces, tenemos menos república, porque el gobierno se maneja a través de decretos de necesidad y urgencia (DNU) y de declaraciones de emergencia, como una señal de debilidad y sobreactuación que pretende demostrar que no sólo el peronismo puede gobernar. Para cuidar el escaso capital político del presidente, el equipo económico ha mantenido algunas políticas heterodoxas del gobierno anterior, como  precios cuidados, ahora doce, la protección a las fábricas de Tierra del Fuego, y apuesta a lograr  un acuerdo de precios y salarios, que para ser exitoso, requeriría de una fuerte reducción de la nominalidad de los reclamos salariales. Esto ultimo luce extremadamente difícil, y posterga para marzo/abril, el verdadero desafío que representa la capacidad de darle sustentabilidad política y social, al proyecto en marcha.