Nota diario La Izquierda: 

La noche del 17 de Noviembre de 2007 en el autódromo Juan Gálvez, La Renga hacía sonar los estribillos de “oscuro diamante” y el clásico “hablando de la libertad” para casi un centenar de miles de personas. Con esos temas se cerraba lo que iba a ser el último show de la banda oriunda de Mataderos en la ciudad de Buenos Aires. Tuvieron que pasar casi diez años para su regreso, que se concretará mañana en el estadio Tomás Ducó del Club Atlético Huracán. Una década en la que el poder de convocatoria de la banda siguió incrementándose y los intentos por volver a sonar en la capital del país fueron frustrados.

El regreso se dará tras varios meses de tire y afloje entre la productora que organiza los recitales de la banda y el gobierno de Rodríguez Larreta. Los espectáculos y espacios de diversión de la juventud fueron nuevamente puestos en el ojo de la tormenta luego de los casos de Time Warp en 2016 ,la fiesta electrónica que terminó con la muerte de cinco jóvenes por intoxicación, y el masivo recital del Indio Solari en Marzo de este año en el que perdieron la vida dos personas. Como sucedió tras la masacre de Cromañón, los distintos gobiernos protegieron el negocio de los empresarios del espectáculo criminalizando a los jóvenes.

En Mayo de este año, la policía emitió un documento por escrito que reafirmó esta política. En el informe se dejaba constancia de que no estaban las condiciones de seguridad necesarias para realizar los recitales de La Renga en el estadio de Huracán. El mayor argumento consistía en la masividad y “clase” de público que asiste a los recitales de la banda. Pocas veces había quedado tan claro el problema para ellos. Finalmente la repercusión que tomó la censura gubernamental y la proximidad de las elecciones llevó a que Larreta diera el visto bueno para la realización de los espectáculos.

Los organizadores comunicaron que cada show está habilitado para 38.800 personas y se pusieron a la venta 35000 tickets. El resto de los recitales se realizarán el 2, el 5 y el 8 de Agosto y en caso de agotarse las entradas anunciaron que habrá nuevas fechas a mediados de septiembre.

Desde la productora también informaron que habrá un sistema de ingreso con cuatro controles que realizarán el cacheo de los asistentes y el corte de los talones de cada entrada. Si los megaeventos quedaron cuestionados tras el recital del Indio Solari, la realización de varios recitales más pequeños llega como respuesta saludable. Sin embargo el precio de las entradas a $700 sigue siendo un límite para miles de jóvenes en un contexto social y económico cada vez más agudo.

El público rockero de La Renga ya pasó suficientes experiencias de maltrato y represión policial en todos estos años de giras por las distintas provincias del país. El asesinato de Ismael Sosa tras su detención por parte de la Policía de Córdoba durante la entrada al recital que se realizó en Villa Rumipal en Enero de 2015 quedará grabado en la memoria de “los mismos de siempre”. El esclarecimiento de la causa aún permanece impune y su familia mantiene inquebrantable el reclamo de justicia. Un año después, en Mayo de 2016, la Policía Bonaerense recibió con balas de goma a los participantes del banquete rengo realizado en la ciudad de Pergamino.

La policía federal, hoy convertida en Policía de la Ciudad cuenta entre su repertorio con el asesinato de Walter Bulacio y Rubén Carballo en recitales de rock. Una vez más la integridad y el cuidado del público dependerá pura y exclusivamente del público que deberá estar más alerta que nunca en tiempos donde el accionar represivo de los “titanes del orden viril” reparte palos y balas al por mayor. Y sino basta con ver las represiones a los trabajadores despedidos de Pepsico y los casos de gatillo fácil que se incrementan dia a dia para imponer las políticas de ajuste del gobierno de Macri.

Después de 10 años, La Renga vuelve a tocar en un estadio porteño