La canciller alemana Angela Merkel exigió este jueves en el Bundestag que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ponga fin a los ataques contra Alemania y señaló que sus dichos son "tristes, deprimentes y fuera de lugar". 

El conflicto se generó cuando Erdogan  acusó al Gobierno de Berlín de recurrir a "prácticas nazis" para impedir que algunos ministros turcos hagan campaña electoral en Alemania a favor del sí en el referéndum que se celebrará en Turquía el próximo 16 de abril.

"Esas comparaciones de Alemania con el nazismo deben terminar. Ellas son indignas para las estrechas relaciones que existen entre Turquía y Alemania y para nuestros pueblos", planteó la Canciller y agregó: "Comparaciones con el régimen nazi solo han servido para minimizar los crímenes cometidos por el nacionalsocialismo. ¡No las permitiremos y deben terminar!". 

Aunque también declaró: "no podemos permitir que Turquía, un socio de la OTAN después de todo, se aleje más de nosotros, por nuestra propia seguridad y por nuestros intereses geopolíticos"; Turquia hasta el momento fue una de las piezas claves para Europa en el delicado ajedrez de la crisis inmigratoria. 

A Erdogan no se lo ve dispuesto a ceder en su intención de buscar el voto de unos 1,5 millones de turcos que viven en Alemania, con derecho a voto en su país. 

Por otro lado, un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU)  acusó a Turquía de violar sistemáticamente derechos humanos en un conflicto con los kurdos en el que ya han muerto 2.000 personas y unas 500.000 han tenido que abandonar sus hogares. 

El conflicto entre el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las fuerzas de seguridad de Ankara se ha recrudecido desde julio de 2015 y son varias las organizaciones que denuncian "Torturas, desapariciones forzosas, asesinatos, incitación al odio, negación del acceso a cuidados médicos, agua y comida, expropiaciones ilegales, violencia sexual contra las mujeres". 

"Estoy particularmente preocupado porque no se ha iniciado ninguna investigación creíble sobre el supuesto asesinato de cientos de personas, incluyendo mujeres y niños en un periodo de 13 meses, entre julio de 2015 y agosto de 2016", denunció el alto comisionado, Zeid Ra'ad Al Hussein y agregó:  "Sobre todo porque no se ha detenido ni procesado a nadie por estos crímenes".

Concretamente, el informe de la ONU se refiere al caso de 189 personas en Cizre, incluidos niños, que estuvieron atrapados en los sótanos de varios edificios durante semanas sin los elementos básicos para sobrevivir, y que después murieron tras ser atacados con armamento pesado. "La posterior demolición de los edificios destruyó evidencias y ha impedido que se pueda identificar los restos", precisa el texto difundido por el Alto Comisionado.