El embajador ruso en Naciones Unidas, Vitaly Churkin, falleció de manera repentina un día antes de cumplir 65 años en la ciudad de Nueva York.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia no dieron detalles de su deceso y ofrecieron condolencias a los familiares del funcionario que comenzó a sentirse mal mientras trabajaba: "El destacado diplomático ruso murió en su puesto de trabajo. Expresamos nuestras condolencias a sus familiares y seres queridos". 

"El presidente valoraba altamente la profesionalidad y el talante diplomático de Churkin", declaró el portavoz del Kremlin,  Dmitri Peskov y agregó que Putin quedó "muy afectado al recibir la noticia".

Churkin era un aliado de Putin en Naciones Unidas y entre sus recientes intervenciones se destaca su encendido discurso sobre los bombardeos en la ciudad de  Alepo.  Cuando la entonces representante estadounidense en Naciones Unidas Samantha Power acusó a Siria, Rusia e Irán  de ser responsables de las masacres de Alepo,  Churkin dijo que estaba actuando como la Madre Teresa y que se olvidaba del  propio historial de Estados Unidos en Medio Oriente.

Churkin comenzó su carrera diplomática en los años 70, y la década siguiente trabajó en la Embajada soviética en Estados Unidos. Además fue  embajador en Bélgica y Canadá.