El portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, Rupert Colville, denunció que milicias iraquíes aliadas de las fuerzas gubernamentales del régimen de Bashar Háfez al-Ásad ejecutaron a 82 civiles, entre ellos 11 mujeres y 13 niños.

La matanza se hizo a sangre fría en las propias casas de los civiles, según EFE. Por otro lado, el Comité Internacional de la Cruz Roja pidió proteger -apelando al derecho de guerra- a los casi 50 mil civiles atrapados en el reducto rebelde al este de Alepo.

"Hay un completo colapso de la humanidad de los contendientes", advirtió el portavoz de la ONU que pidió clemencia y corredores seguros para los ciudadanos ante los bombardeos aéreos rusos y sirios; además del intenso fuego de las tropas gubernamentales y de sus aliados chiíes de Irán, Líbano e Irak.

Si bien se dio a conocer la noticia de que "Alepo fue liberada" los rebeldes controlan aún un 2% de la zona y 8.000 combatientes resisten en el frente del río que da nombre a la ciudad. 

El saliente secretario general de la ONU, Ban Ki-moon expresó su preocupación por “los informes no verificados de atrocidades cometidas contra gran número de civiles, incluidos mujeres y niños, en Alepo”.