En menos de 24 horas se contabilizaron entre 21 y 45 civiles, la mayoría de ellos niños y mujeres, que murieron a causa de disparos mientras intentaban escapar de la ciudad siria de Alepo. 

"Gente que estaba tratando de huir del área de Kobe, en el este de Alepo, fue atacada con artillería pesada", afirmó Abdel Rahman Hassan, miembro de la organización de rescate de los "Cascos Blancos" en diálogo con AP. 

Las tropas gubernamentales tomaron en los últimos días amplios sectores de esa ciudad que estaban en manos de los rebeldes y los ataques a mansalva generaron decenas de muertes. 

El presidente del consejo local de los barrios rebeldes del este de Alepo, Brita Hagi Hasan,  reclamó a Bashar al-Ásad la instauración de "un corredor de seguridad" para aquellos que deseen migrar hacia zonas más seguras. "Dejen salir a los civiles, protejan a los civiles, establezcan un corredor de seguridad para que puedan marcharse", declaró Hasan. 

Si embargo, la aviación del Gobierno lanzó ayer martes sobre la ciudad panfletos en los que se leía lo siguiente: “Leelo y pasalo: Esta es su última oportunidad. Sálvense. Si no dejan estas zonas rápidamente serán aniquilados. Hemos dejado vías de paso abiertas para que salgan. Tomen una decisión rápidamente. Sálvense. Saben que todo el mundo los ha dejado solos para afrontar su destino fatal y no les  ha ofrecido ayuda.”