El lunes siguiente a que se realizara el referendo griego, en el que el "No" a las imposiciones que Europa pretendía imponer a Grecia ganó con amplitud, el entonces ministro de Finanzas renunciaba a su cargo.

Sindicado como un "duro" por los negociadores europeas, Yanis Varufakis dejaba paso al "marxista tranquilo" Euclides Tsakalotos, hasta ese momento viceministro de Relaciones Internacionales Económicas de Grecia.

Horas después del recambio, el país helénico alcanzaba un acuerdo con los acreedores internacionales, con cláusulas que lo obligan a realizar privatizaciones, ajustes en jubilaciones y salarios y aumentos de impuestos.

Ahora, Varufakis vuelve a la carga pero en oposición al gobierno que encabeza el primer ministro Alexis Tsipras, tildando el acuerdo como un "tratado de capitulación" que termina convirtiendo a Grecia en "vasallo" de la eurozona.

En su blog, el exministro de Finanzas advierte que el acuerdo se puede leer "como un documento sobre los términos de la capitulación de Grecia" en el que el país "acepta convertirse en un vasallo del Eurogrupo".

En duros términos, Varufakis adelanta su posición –que por extensión anticipan las dificultades que tendrá Tsipras para hacer aprobar el acuerdo en el Parlamento– al afirmar que "los líderes de Europa, con la forma en que trataron a Alexis Tsipras y a nuestro Gobierno, asestaron un golpe decisivo contra el proyecto europeo".

Para quien retomó su banca como diputado, al pacto entre Grecia y la eurozona no tiene "nada que ver con una agenda de reforma capaz de sacar a Grecia del lodo", sino que "es pura y simplemente una manifestación de una política humillante" que implica la "anulación completa de la soberanía nacional".