Eric Aniva es un "hombre hiena", el nombre con el que suele llamarse en Malaui a los que se encargan de iniciar sexualmente a las mujeres a cambio de dinero. Según la defensa, Aniva fue contratado por las familias para que "sacuda el polvo" de la infancia pero el hombre ocultaba que era VIH positivo y tenía relaciones sin protección.  

La República de Malaui, en África, se halla conmocionada por el juicio a Aniva- ya que la práctica de iniciar sexualmente a niñas o de "hacer una limpieza a viudas" forma parte de sus tradiciones- pero fue el mismo presidente, Peter Mucharika, el que ordenó su arresto para enjuiciarlo "por deshonrar a decenas de jovencitas".

Hasta el momento solo un par de mujeres viudas decidieron testificar en su contra. "El VIH es un asesino. ¿Cómo puede alguien con esa información hacer lo que él hizo? Pienso que este hombre es el demonio. Es avaro y egoísta. Si pudiera juzgarlo, le daría una sentencia de muerte y cadena perpetua", dijo el pastor Paul Mzimu en una nación severamente afectada por el virus.

"¿Por qué sólo Aniva está en el banquillo de los acusados?", preguntó. "Él fue empleado por los padres para tener relaciones sexuales con sus hijas. ¿Dónde están los cargos contra ellos?", planteó Victor Mhango, director del Centro de educación de Derechos Humanos de Malawi que ve en esta tradición de "limpieza sexual" un abuso hacia menores y falta de educación.