Qué pibito de nuestra generación no usó una Playboy para curiosear, hurgar, tocarse en algún baño. La cantidad de revistas bajo la cama que habrán guardado quienes hoy consumen porno por internet y que antes, a falta de esta milagrosa y hermosa herramienta, usaban la imaginación con su manito apoyada en una de las tetas de alguna conejita suave y caderona.

La noticia de Playboy y sus chicas con poca ropa, o, en este caso y a partir del 2016, con mucha, recorrió el mundo. Para el mercado el hombre, por lo menos hasta la llegada de la web, fue siempre el principal consumidor de pornografía. El tipo necesita de mujeres hermosas para tocarse, vamos a darle a las más lindas del mundo con producciones que no van a poder creer. Y ahí está Playboy, que hace ya más de 62 años consigue, una y otra vez, desnudos de las chicas más bonitas del mundo del espectáculo, de la moda y, por qué no, de la política.

El tema es que Playboy está instalada en 26 países y cada uno puede, al parecer, decidir qué hacer con los desnudos ahora que la casa mayor en Estados Unidos decidió frenarlos. Para saber qué pasó hablé con Tomás Rodriguez, editor de la revista en Argentina, que me contó un poco el porqué de la decisión trascendental.

"La idea de terminar con los desnudos había sido insinuada en algunas entrevistas por el CEO de la compañía Scott Flanders, pero siempre fue una simple posibilidad. En internet Playboy había optado por contenidos non-nude, debido a las restricciones de Facebook e Instagram para publicar ese tipo de contenidos, pero también para acceder a otros públicos y otros anunciantes a primera vista ajenos a la revista. Esa decisión funciono muy bien, los ejecutivos vieron que la revista llegaba a un público más joven y, además, a las mujeres.

Playboy argentina esta por lanzar el nuevo sitio y la idea es replicar esa orientación. Va a haber chicas, por supuesto, pero no va a haber desnudos. La idea original del CEO incluía una buena estrategia de marketing, vehiculizar, además de las chicas desnudas, contenidos periodísticos de calidad y buenas lecturas, pero eso no funcionó muy bien, y ellos piensan que las chicas sin ropa ya no rinden como antes. Además, la edición impresa es otro tema, nuestras fotos no son iguales a las miles que circulan por Internet por una simple razón: son impresas en papel. Y por eso no es una competencia tan directa y creemos que ya eso por sí solo es atractivo. Además de que es loco cómo podés encontrar a Eugenio Zaffaroni, Jorge Asis, Fito Paez o Pablo Echarri, a continuación el desnudo de Rocio Marengo, Milita Bora y al lado de eso la historia sobre la cumbia argentina o la ruta de la efedrina. Suena extraño, pero nosotros lo reivindicamos.

El miércoles tuvimos una conferencia junto a todos los países en donde la empresa está y nos dijeron que tenemos libertad para decidir si continuamos publicando chicas desnudas o no, porque ellos entienden que cada mercado tiene sus particularidades y necesidades. No podemos ser ajenos a este cambio de rumbo y nos produce cierto orgullo que Playboy se permita esas transgresiones en su propia historia y aunque el anuncio nos sorprendió, también nos encontró en un momento en el que estábamos cuestionando si tener o no chicas desnudas para que quienes no se animan a mostrarse así, salgan igual en la revista."

Y acá cortamos un segundo para hacer un rejunte y entender un poco más. Internet abrió miles de puertas a lugares nuevos pero cerró muchas otras. Internet se llevó puestas a las enciclopedias, a los kioscos de revistas. Básicamente a todo lo impreso. Y Playboy no se quedó atrás, si bien la idea es aggiornar con su web esta nueva manera de mostrarte tetitas preciosas, también es cierto que dejar de desnudar a las chicas puede ser una medida casi necesaria para tener en el mercado algo distinto porque culos y tetas hay de sobra y su consumo es casi gratuito.

Después de la charla, en el último tramo de ella, Tomás definió, con contundencia aunque también con puntos suspensivos, el rumbo de Playboy argentina: "Nuestra decisión por el momento es continuar con los desnudos, creemos que sigue siendo atractivo y que le da identidad particular a la revista. Uno de nuestros últimos eslogans es 'mucho más que mujeres desnudas', sostenemos todavía la última parte de la frase".