Conor McGregor parecía invencible y destinado a ser campeón de dos divisiones de UFC en simultáneo. Pero Rafael Dos Anjos, campeón de peso ligero por entonces, se lesionó y la compañía líder de artes marciales mixtas a nivel mundial tuvo que tomar una rápida decisión a menos de dos semanas de la fecha del combate. Dana White, presidente de UFC, anunció que su rival sería Nate Diaz.

A pesar de que para la mayoría de los fanáticos y los especialistas iba a ser un combate "simple" para el irlándes, terminó siendo la peor de sus pesadillas. El peleador oriundo de Stockton, California, demostró una fortaleza física y mental a la que nunca antes se había enfrentado 'The Notorious'. ¿Resultado? Una increíble derrota por 'mata león' en el segundo asalto.

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Desde aquel 5 de marzo, Conor McGregor no duerme tranquilo. Una voz en su cabeza dice que tiene que vencer al estadounidense para redimirse consigo mismo y con el mundo de las MMA. No pasó un día que no haya estado pensando en cómo derrotar a Diaz y "recuperar el contro del juego", como él dice. Y su larga espera terminará -en caso de que se dé un resultado positivo, claro está- este sábado, cuando suba al octágono en el T-Mobile Arena de Las Vegas y enfrente tenga a Nate, su única mancha negra en su carrera dentro de UFC.

UFC 202 Bad Blood: Diaz vs McGregor II

Cabe destacar que esta pelea llama la atención de todos los fanáticos, y hasta la gente que no frecuenta las peleas, por lo extraordinario que son estos dos personajes. No sólo dentro, sino también fuera de la jaula. Verborrágicos, provocadores, problemáticos, rebeldes, dos bichos que no aceptan ser consumidos por el sistema y generan amores y odios por igual en el público. Son dos auténticos 'chicos malos'. 

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Sin ir más lejos, este miércoles provocaron un caos nunca visto en una conferencia de prensa. Diaz y McGregor terminaron con ella tras una guerra de botellazos. Así de caliente está la previa del combate estelar del evento UFC 202.

La pelea de nuevo será en el peso welter (170 libras o 77 kilos), una categoría ajena para los dos, pues tanto Diaz como McGregor parecen ser naturalmente peleadores de la división ligera, las 155 libras (70kg). Esto significa que veremos a dos peleadores que siempre lucen una condición y resistencia física de primera aún mejor, sin tener que sufrir la deshidratada de un corte de peso más común en los peleadores de UFC.

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Es complicado señalar un favorito. Mejor esperar a la madrugada de este domingo para disfrutar del choque de estos dos colosos, que no desean nada más en este mundo que golpearle la cara el uno al otro.