Sin necesidad de jugar su partido, el 2-2 en Stamford Bridge, le alcanzó a Leicester para festejar el por primera vez en su historia la obtención de la Premier League, una de las ligas más competitivas del mundo.

Para esperar el resultado, los jugadores se juntaron en la casa de Vardy, el goleador del equipo. En los festejos y la emoción se nota la importancia que tiene para el humilde equipo inglés haber logrado lo que habitualmente sólo consiguen los más poderosos.