Dos hermanitos decidieron esconderse en la ducha totalmente tapados de pintura. El padre cuando los encontró no dudó en retarlos ante las pruebas contundentes de la travesura.

Sin embargo los niños respondían de manera graciosa haciendo que el padre no pueda dejar de tentarse aunque trataba de mostrarse severo.

Un momento tierno... aunque bañar a esos dos atorrantes no debe haber sido tarea fácil.